¿Qué son los mercados monetarios?
Los mercados monetarios son mercados regulados diseñados específicamente para invertir u obtener liquidez a corto plazo: normalmente desde el día laborable (los llamados depósitos "a un día") hasta periodos de tiempo no superiores a doce o dieciocho meses. A menudo se habla de ellos como un componente clave de los mercados financieros, por dos razones: por un lado, por la liquidez que ponen a disposición de los operadores y, por otro, por la posibilidad de aprovechar el exceso de liquidez. Como puede leerse en la entrada sobre el mercado monetario de Britannica Money, el segmento más relevante de este mercado es el mercado interbancario.
Productos del mercado monetario
Los productos financieros que se compran en él son, por término medio, seguros y líquidos. Éstos son algunos de los más típicos: depósitos bancarios, que, sin embargo, no son valores; pactos de recompra; bonos del Estado con vencimiento anual; y certificados de depósito, que, como también explica el Fondo Monetario Internacional, a veces pueden negociarse como valores. Entre los instrumentos de inversión más típicos del mercado monetario se encuentran, por supuesto, los fondos de inversión cuya cartera está formada por una cesta de valores del mercado monetario.
Ventajas de las inversiones en el mercado monetario
Entre las ventajas que se pueden contar cuando se trata de inversiones en el mercado monetario se encuentran las siguientes.
- Liquidez y bajo riesgo. Esto es posible gracias a que estos instrumentos suelen ser emitidos por empresas con una elevada calidad crediticia, por bancos (a menudo sujetos a requisitos de capital específicos) o por autoridades públicas, como en el caso de los bonos del Estado.
- Un refugio para el efectivo a corto plazo. La seguridad y la liquidez inherentes a los productos del mercado monetario facilitan la retirada rápida de las inversiones limitando al mismo tiempo el riesgo de pérdidas de capital; por ello, los inversores suelen elegirlos precisamente para gestionar la liquidez a corto plazo.
- Refugios seguros para la inversión. Invertir en los mercados monetarios suele estar exento de riesgos, sobre todo si se tiene en cuenta lo que ocurre en otros segmentos de los mercados financieros, caracterizados por una gran volatilidad; sin duda, el capital invertido se remunera un poco: pero de forma bastante constante. Desde el punto de vista de la diversificación de las carteras, una inversión en el mercado monetario puede representar, por tanto, un ancla para el valor de las carteras, especialmente en épocas de mayores turbulencias en los mercados.
Desventajas de invertir en mercados monetarios
La inversión en mercados monetarios también conlleva riesgos, que enumeramos a continuación.
- Riesgo de tipos de interés. La política monetaria de los bancos centrales, especialmente cuando se manifiesta en variaciones de los tipos de interés, influye en el mercado monetario.
- Rendimientos reales negativos. La seguridad que caracteriza a las inversiones en el mercado monetario puede convertirse en un riesgo si se consideran aquellos niveles de rendimiento de las inversiones que no logran superar la tasa de inflación: en este caso, hablamos de rendimientos reales negativos; el riesgo, por tanto, es que una cartera de inversión no logre alcanzar su objetivo de rentabilidad.
- Riesgo de crédito. Aunque limitada, la posibilidad de insolvencia por parte de un emisor es un riesgo que no sólo no puede descartarse absolutamente, sino que tampoco es tan remoto en algunos ámbitos del mercado monetario.
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