¿Puede la limitación del precio del gas detener la crisis energética?
Mercados financieros / economía
Escrito por MoneyController el 31.08.2022
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Europa intenta reaccionar a nivel comunitario ante el reto que supone el aumento de los precios de la energía. Una de las soluciones más discutidas en la actualidad es la introducción de un tope en los precios del gas ("price cap"). Se trata de una medida que podría resultar eficaz según algunos, mientras que según otros sigue presentando problemas.
Se acerca el 9 de septiembre, un día que podría ser decisivo para las políticas energéticas de la Unión Europea. En esa fecha se celebrará el Consejo de Energía. La propuesta que más se discute hoy es la introducción de un precio máximo para el gas importado. Que la cuestión energética es decisiva para el futuro próximo de la economía está fuera de toda duda: el aumento de los precios de la energía supone una contracción del consumo y, lo que es peor, la ralentización o la detención de parte de la producción industrial. Resultado: estancamiento económico (si no recesión) + inflación. Es decir: estanflación. Las familias con menores ingresos, en muchos casos, ya no pueden ni siquiera pagar sus facturas.
Aunque hay acuerdo en que la cuestión de la energía debe ser una prioridad absoluta, la idea de un tope en el precio del gas no lo es. Países como Holanda y Alemania, por ejemplo, siguen siendo bastante escépticos. La intervención de los precios, dicen muchos economistas, corre el riesgo de distorsionar el mercado, causando ineficiencias irreparables. En cierto modo, el razonamiento es que sería antinatural que los que compran (el lado de la demanda) fijaran los precios en lugar de los que venden (el lado de la oferta). En cualquier caso, hay dos pasos para calmar los precios de la energía interviniendo: 1) en los proveedores mayoristas, 2) en la cadena de distribución (en particular, eliminando cualquier tipo de especulación).
Una propuesta que parece encontrar más consenso que la limitación del precio del gas es la disociación ("decupling") del precio del gas del precio de la electricidad. En este punto, es principalmente Alemania la que ha decidido impulsar las reformas estructurales del mercado eléctrico.
Pero, ¿qué margen de negociación tienen los países europeos? Por el momento, la situación parece ser mejor que hace unos meses: el nivel medio de llenado de las instalaciones de almacenamiento de la UE ha alcanzado el objetivo del 80%, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Aunque sigue siendo una situación de emergencia, parece que la posible suspensión del suministro de gas ruso asusta menos hoy a los países europeos. Es, de hecho, una hipótesis que no se puede descartar: el gas representa una herramienta geopolítica que actualmente beneficia a Moscú frente a sus adversarios.
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